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Muchas familias creen que su hijo “ya está grande” para usar un asiento elevado booster, pero la mayoría de las veces no es así, y se los quitan antes de tiempo.

Para que un niño pueda dejar de usar un asiento elevado booster, hay que estar seguros de que el cinturón del vehículo se ajusta de forma correcta y que por lo tanto pueda protegerlos de la mejor manera.

Antes de hablar de cuándo lo pueden dejar, hablemos de cuál es su función. El asiento elevado booster es un asiento que eleva o levanta al niño para que el cinturón se posicione sobre las partes más fuertes de su cuerpo: la cadera, el hombro y el pecho. El cinturón del vehículo está diseñado para proteger a adultos, no a niños, por lo que, si se utiliza sin el asiento elevado booster, el cinturón quedará mal posicionado sobre su cuerpo y podría causar lesiones y no protegerlo.

Para estar seguros de que el niño puede dejar de usar un asiento elevado booster y viajar sin él de forma segura, se puede hacer una prueba que confirma si es momento de quitarlo. Estos son los 5 pasos que se deben cumplir cuando el niño se sienta en el asiento del vehículo:

1. Su espalda está totalmente recta y pegada al respaldar del asiento del vehículo.
2. Las rodillas doblan cómodamente en el borde del asiento del vehículo y los pies quedan completamente apoyados en el piso del vehículo.
3. El cinturón pasa por encima de la cadera, justo arriba de los muslos, no por el abdomen.
4. El cinturón queda entre el hombro y el cuello.
5. El niño tiene la madurez suficiente para quedarse en esta posición durante todo el viaje.

Es importante mencionar que los 5 puntos se deben cumplir todos a la vez para considerar dejar de usar el asiento elevado booster. En Arizona, la Ley indica que los niños deben viajar en un asiento elevado booster hasta los 8 años y hasta que el niño mida 4 pies con 9 pulgadas. Algunos niños pueden cumplir con la edad o estatura, pero no necesariamente con todos los 5 pasos, por lo que es importante seguir también la prueba de los 5 pasos.

Los 5 puntos son una excelente herramienta que nos ayuda para explicarle a los niños el por qué sí o el por qué no deben viajar con el asiento elevado booster, y así también los hacemos partícipes de la decisión.